Claudia Moraga,
Subgerente de Personas de Marienberg.
Nosotros somos una empresa chilena con más de 80 años de trayectoria en el rubro de los polímeros y el reciclaje de plásticos, y en el último periodo, hemos tomado el desafío de generar una cultura basada en las personas y anclada en la estrategia, tomando los valores históricos de Marienberg e implementando metodologías modernas para el desarrollo del negocio.
Al tomar el desafío, nuestro primer foco fue acercarnos a las personas, generar vínculos de confianza y responder a sus necesidades inmediatas. Luego, observamos que debíamos trabajar también en nuestros liderazgos, alinearnos. Fue así como decidimos comenzar a trabajar en la declaración de la cultura, misión, visión y valores que nos acompañaran los siguientes años.
Teníamos el objetivo de generar una propuesta que integre el sentido de la dignidad, el reconocimiento y desarrollo humano, unido a la sensibilidad por el negocio, entendiendo la realidad de la manufactura chilena. Nos visualizamos como una organización que entrega espacios de cuidado, desarrollo personal, emocional e intelectual, en un ambiente profesional, de compromiso, disciplina, transparencia, justicia y respeto.
Hoy, persiguiendo esta meta, hemos presentado a los lideres nuestra declaración estratégica, quienes han demostrado una genuina preocupación por transmitir esto a los demás niveles, ese es nuestro siguiente paso. Pretendemos seguir generando lazos de confianza para que todos seamos aliados de la propuesta y nos sintamos parte del proyecto. La tarea es cautivar y motivar a nuestra gente a ser parte de este movimiento cultural, de esta comunidad que tiene objetivos claros y que a todos los que formamos parte de Marienberg nos mueva un propósito compartido.
Es aquí cuando aparece Rito, que nos ha acompañado en este proceso a nivel ejecutivo inicialmente, para luego trabajar también con nuestros líderes de una manera muy cercana, cuidando valores como el compromiso, la comunicación, resolviendo y proponiendo acciones que nos permitan trabajar de manera colaborativa y honesta. Personalmente, destaco la cercanía, el profesionalismo, esa irreverencia gentil que nos invita a decirnos las cosas de manera directa y clara, pero siendo respetuosos para transitar estos procesos hasta comprenderlos de verdad. El acompañamiento ha sido profundo y sensible, desde un estilo poco pretencioso, sin instalar una verdad o una forma, sino más bien respetando la realidad que ya estaba situada para sacar lo mejor de nosotros, sin intentar que seamos algo que no somos. Han sido respetuosos con el sistema y al mismo tiempo han logrado aportar evolución, unión y dinamismo al equipo.
Ahora, necesitamos ser conscientes de los acuerdos y muy disciplinados con el plan de acción. Es nuestra responsabilidad cumplir con lo que hemos declarado y ese es el desafío que tenemos para el 2024: honrar el camino avanzado y poder aterrizar lo que hemos definido para sostener esta cultura que tiene el foco en la estrategia del negocio y en el desarrollo de las personas. Esto, se tiene que instalar en el alma de cada uno de los que compone la organización para que en poco tiempo podamos decir que estamos viviendo un sueño compartido. Creo que vamos por buen camino.